¡Cuantas cosas envuelve una taza de té!
Desde las más rudimentarias hasta las fileteadas en oro con dibujos de rosas… ¡cuantas cosas!
Cuantas penas habrán calmado, cuántas almas habrán consolado, cuántos fríos habrán apaciguado, cuantas panzas habrán aliviado.
Cuantas lagrimas se habrán fundido en la infusión en momentos de tristeza , sosiego o confusión…
Las tazas envuelven secretos y recuerdos pensamientos y emociones, suspiros y pasiones. Incitan a la calma, a un espacio amoroso de uno con uno mismo y de uno con el otro.
Por eso cada vez que tomen de una taza, estaremos tomando mucho más que un sorbo. Quizás un poquito de historia, un estado de animo, una alegría o un fallido y el misterio insondable de saber ¿a quién habrá pertenecido?
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