Esta receta es un clásico para el desayuno, el té o un cafecito. La zanahoria es el ingrediente protagonista, pero las especias son las que le van a dar ese saborcito especial que la transforma en una de las tortas más demandadas.
Para la torta
200 g de aceite de girasol
250 g de azúcar impalpable
1 huevo
1 yema
50 g de nueces picadas
50 g de coco rallado
140 g de zanahoria rallada fina
160 g de harina
1 cdita. de polvo de hornear
1 cdita. de canela en polvo
½ cdita. de clavo de olor en polvo
2 claras batidas a nieve
Una pizca de sal
Para el glaseado
175 g de queso crema
70 g de manteca
40 g de azúcar impalpable
25 g de miel
100 g de almendras fileteadas y tostadas
Procedimiento
Precalentar el horno a 160°.
Pincelar con aceite un molde rectangular o cuadrado.
Batir con la batidora a media potencia el aceite de girasol con el azúcar impalpable
Agregar los huevos previamente desligados a mano.
Incorporar las nueces picadas, el coco rallado y la zanahoria rallada fina.
Cernir y agregar los ingredientes secos tamizados.
Por último batir e incorporar en 3 tiempos las claras batidas a nieve con una
pizca de sal.
Colocar la preparación en una tartera y llevar al horno durante 30 a 35 minutos
o hasta que al insertar un palillo, salga perfectamente seco. Dejar enfriar, desmoldar, cubrir con el glaseado y decorar con almendras fileteadas tostadas o un praliné.
El Glaseado
Batir el queso crema por un lado y aparte mezclar con un mixer la manteca, el azúcar impalpable y la miel hasta lograr una consistencia esponjoso. Unirlo al queso crema y cubrir la torte con una espátula formando como un ondeado.
Espolvorear con almendras fileteadas y tostadas.