Creo que este es uno de mis panes preferidos. A veces las preparo bien esponjosas y otras veces más chatitas. En los dos casos, termino convirtiendo una parte en galletas crocantes al horno pinceladas con ajo y oliva. Un manjar que incorporo en llos antipasto, en la fondue en una fuente de panes o simplemente para picar con un poco de oliva del bueno.
Ingredientes
Masa previa
30 gs de levadura fresca o 10 gs de levadura seca
1 cda de azúcar
3 cdas de agua tibia
20 gs de harina 000
Mezclar los ingredientes de la masa previa en un bol y dejar reposando preferentemente tapada con un repasador hasta que quede esponjosa y duplique su volumen. Reservar.
Ingredientes para la masa
4 cdas de aceite de oliva
350 cc de agua tibia
480 gs de harina 000
2 cditas de sal fina
1 puñado de sal gruesa
Tomillo o romero picado
Procedimiento
Encender el horno a 200 grados.
Disolver la sal fina en los 350 cc de agua tibia.
Colocar la harina en un bol, agregar las hierbas aromáticas picadas y el aceite. Revolver e incorporar el agua con la sal. Agregar la masa previa y mezclar bien todo hasta formar una masa homogénea y medio pegajosa. Para manejarla con facilidad, conviene colocarse aceite en las manos.
Hacer un bollo y dejar fermentando dentro de un bol tapado con un repasador hasta que duplique su volumen. Pasar la masa a una asadera aceitada y estirar ocupando toda la superficie del recipiente aplastando la masa con la yema de los dedos. Rociar con aceite de oliva y espolvorear con sal gruesa presionando ligeramente para incrustar los cristales de sal en la masa. En este momento si se desea, se le puede agregar tomates cherry, aceitunas negras o verdes y unas cuantas hojitas de romero. Dejar fermentar nuevamente y llevar al horno durante 30 a 40 minutos, hasta que quede dorada y crujiente.